En nuestros días, es evidente que gran parte de los conocimientos no solo se transmite en las aulas sino circula por los medios de comunicación, y éstos se convierten en vehículos e impulsores principales de circulación del conocimiento. Sin embargo, el uso de estos medios y en especial del video dentro de las aulas (según mi experiencia como estudiante) ha sido tomado por muchos, como una actividad extra curricular o como apoyo dentro del desarrollo de las clases y en el peor de los casos como una "alternativa" de clases, a este último caso me refiero a las ocasiones cuando algún docente faltaba a clases para no dejarnos "absuelto" nos colocaban videos relacionados al tema, tal vez muy ricos en contenidos, pero como no existía un moderador para guiar nuestras reflexiones no la valoramos.
Por lo tanto, hay que tener en claro que hablar de inclusión de los medios y tecnología no significa tecnificar la escuela, en el sentido de adoptar el uso de los aparatos con el fin de transformarlos en soportes de los contenidos y los programas escolares. Ahora que me encuentro (al igual que la mayoría de ustedes) del otro lado, es decir, como docente tratamos de usar estos medios y recursos en toda su potencialidad expresiva, narrativa y multimedial.
Además, mi experiencia laboral demostró que lo más complicado en la implementación de las TIC, no "había sido" la parte tecnológica sino el idear e innovar el contenido, puesto que, cuando se habla del uso de las TIC en educación el rol de los materiales educativos se "multiplican" porque es a través de ellos como el tutor se muestra al estudiante, lo interpela, lo invita y le ofrece una experiencia educativa.
Consecuentemente, resolver estos problemas en las que nos enfrentamos como docentes motivan nuestra investigación al respecto, de esta forma poder planificar, desarrollar, ejecutar y evaluar programas educativos en el que los materiales pedagógicos y didácticos sean eficaces a la hora de aumentar la atención, motivación y el interés del estudiante.
Por: Zulma Guevara Baldelomar
Por: Zulma Guevara Baldelomar